A nuestro querido Adolfo Yunis:
El 16 de julio es un día que vamos a recordar como el día que, una vez más y como todos los días saliste para ver a tus enfermos.
Enfrentabas la vida, con alegría, buen humor y calidez. De espíritu incansable e inquieto y con muchas iniciativas. El cuidado de la salud de tus pacientes era una meta permanente. Nos dejaste muchos recuerdos uno mejor que otro, muchos de ellos los plasmaste en tus numerosos libros. Jovial, solícito y muy colaborador, siempre dispuesto.
Con tu presencia prestigiaste a nuestra Asociación, tu querida UATA. Cuánto hiciste por ella y cuánto te lo agradece.
Todos estos pensamientos que suenan muy halagüeños y muy comunes de expresar en momentos como éste, reflejan un profundos sentir y realidad.
Tu ausencia física no nos debe entristecer por qué es tanto y mucho lo que nos ha dejado y has hecho, que tu recuerdo nos debe llenar de alegría por que está lleno de buenos momentos.
No nos despedimos, no te decimos adiós, porque estarás siempre en las paredes del Hospital Enrique Tornú, en cada acción de UATA, en la memoria de todos tus pacientes, y de todos los que te conocimos.
Dr. César Alberto Di Giano
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