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  • Esfuerzos de la industria del tabaco para trastocar las campañas internacionales de investigacion en cancer.

San Francisco, EE.UU.

En esta revisión, los autores analizan la sucesión de hechos que influyeron en la interpretación de los resultados sobre el impacto del estado de fumador pasivo sobre el riesgo de enfermedad, promulgado por la industria mundial tabacalera.
[The Lancet 355:1253-1259, Ref.: 68, 2000

Institución/es participante/s en la investigación:
[Tobacco industry efforts subverting International Agency for Research on Cancer's second-hand smoke study]
Autor/es:
Ong E y Glantz S.

Título original:
Institute for Health Policy Studies, Cardiovascular Research Institute, Department of Medicine, University of California, San Francisco, EE.UU.

Título original en castellano:
- Esfuerzos de la Industria del Tabaco para Alterar la Investigación de la Agencia Internacional en Relación con Cáncer en Fumadores de Segunda Mano
Introducción En 1978, un estudio confidencial del Instituto Americano del Tabaco concluyó que la preocupación pública en relación con el estado de fumador pasivo (EFP) era una de las mayores amenazas para la viabilidad y mantenimiento de las industrias tabacaleras.
La preocupación de las empresas surgió a partir de tres informes que concluyeron que el EFP era causa de cáncer de pulmón y de otras enfermedades. Estas observaciones dieron lugar nuevas legislaciones en relación con la posibilidad de fumar en lugares públicos y cerrados. En Europa se realizó menor cantidad de estudios, por lo que las medidas se implementaron en forma más lenta que en los Estados Unidos.

La situación europea comenzó a modificarse cuando la Agencia Internacional para la Investigación en Cáncer (IARC), una rama de investigación de la Organización Mundial de la Salud (OMS), inició a partir de 1988 el mayor estudio epidemiológico europeo sobre cáncer de pulmón entre fumadores pasivos. En forma coincidente con registros previos, la IARC observó un incremento del 16% (IC 95%, 0.93-1.44) en el riesgo de esta neoplasia entre cónyuges de fumadores y del 17% (IC 95%, 0.94-1.45) en el riesgo en relación con la exposición al tabaco en sitios públicos, como el área laboral. En octubre de 1998, la comunicación oficial del Instituto Nacional de Cáncer publicó el estudio con una nota editorial en la que se concluía que el EFP era un carcinógeno pulmonar de bajo nivel, debido al escaso tamaño de la muestra como para detectar poder estadístico suficiente.
En marzo de 1998, el Sunday Telegraph de Londres refirió que la OMS estaba llevando a cabo una investigación que no sólo fracasaba en el intento de demostrar la asociación entre el EFP y el desarrollo de cáncer de pulmón sino que además podría demostrar cierto efecto protector. Se supuso que la British American Tobacco (BAT) había, en parte, modificado la historia.

La BAT respondió que conocía los resultados preliminares de la IARC a partir de las primeras conferencias y del informe bianual de la institución en relación con el progreso del estudio, con el aporte de resultados pero no conclusiones. Todas estas observaciones motivaron rápidas difusiones al respecto a lo largo de todo el mundo, desde Australia hasta Zimbawe, básicamente a raíz de la interpretación incorrecta de una significancia estadística. Con la finalidad de entender la estrategia de las empresas en la capacidad de dirigir la información, los autores analizaron los datos originales y confidenciales que demostraron cómo la industria Philip Morris (PM) comenzó una campaña interna con sus esfuerzos orientados a detener, alterar, retrasar y contradecir los hallazgos del estudio IARC.

Fuentes de información Los documentos de la industria del tabaco se encuentran entre 32 millones de páginas públicas en el contexto de la causa legal establecida contra PM en 1998 en el estado de Minnesota. Estos documentos están depositados en Minneapolis y cada compañía de tabaco tiene un sitio web de archivo. La mayoría de los documentos referidos en la investigación figuran en la página de PM. Asimismo, los autores interrogaron a integrantes de la IARC para que describieran su experiencia con la industria y para confirmar la información.

Temores iniciales y organización En 1992, la Agencia de Protección del Medioambiente (EPA) brindó una evaluación detallada sobre los efectos del EFP, lo cual estimuló leyes tendientes a mantener limpio el aire interno en los Estados Unidos. A medida que se implementaron medidas similares en otras partes del mundo, PM comenzó a monitorear una investigación internacional para prevenir futuras restricciones.

En esa oportunidad, la compañía PM fue advertida de que si el estudio IARC confirmaba la presunción de la EPA en relación con el bajo riesgo carcinógeno del EFP, no habría forma de convencer al mundo de lo contrario y se establecería el interrogante esencial de cómo el total de la población reaccionaría frente a ello.

PM decidió una respuesta activa y, en 1993, los objetivos "IARC" eran retardar el progreso o la liberación del estudio, afectar las conclusiones y los resultados oficiales, neutralizar los posibles efectos negativos, particularmente como una herramienta regulatoria y contrarrestar el impacto potencial del estudio sobre las autoridades gubernamentales y la opinión pública. Estos objetivos fueron el inicio de una estrategia coordinada de comunicaciones y de relaciones con el gobierno en relación con el estudio de la IARC.

En 1993, la PM emprendió la integración de un panel multidisciplinario con representantes legales, de investigación y desarrollo, ciencia y tecnología, departamento denominado Worldwide Regulatory Affairs conducido inicialmente por Matthew Winokur. El objetivo principal de la organización fue establecer la estrategia y la coordinación de las actividades relacionadas con el tabaquismo ambiental y la aceptabilidad social de fumar.
Se dispuso una inversión de más de 65 millones de dólares para tal fin, con 2 millones destinados a los planes de la IARC. Se estima que el estudio IARC tendrá un costo de 1.5 a 3 millones de dólares a lo largo de 10 años.

El equipo fue multinacional (Estados Unidos, Reino Unido y Alemania) y el objetivo principal fue coordinar los planes y los recursos entre las compañías, en conjunto con las Asociaciones Manufactureras Nacionales.

Estrategia científica A inicios de 1993, PM pidió a través de sus consultores tratar de descubrir la mayor información posible sobre el estado actual del estudio IARC. Se contó con varios grupos a lo largo de todo el mundo para cumplir con este objetivo. Por ejemplo, PM obtuvo la información más detallada sobre el IARC entre 1993 y 1994 a partir de la consultora italiana. Los investigadores del IARC no eran conscientes de la presencia de los consultores de la PM.

Dentro del grupo italiano, Giuseppe Lojacono (anterior profesor de Economía en Salud en la Universidad de Perugia) visitó varias veces el proceso IARC en su rol de editor sin revelar su relación con la industria del tabaco.

Monografía del IARC En 1994, la PM evaluó sus opciones para influir sobre la evolución de la monografía potencial del IARC en la revisión de los efectos sobre la salud del EFP.
El primer tipo de estudios incluyó el monitoreo de fumadores pasivos por medio de muestras de aire. Los estudios piloto fueron realizados por el grupo de los Estados Unidos y Reino Unido (Oak Ridge National Laboratory y Hazleton Laboratory, respectivamente.
El último grupo, además, realizó investigaciones en las mismas ciudades incluidas en el estudio IARC así como en Asia y América Latina. A pesar del desagrado de la compañía Hazleton, PM mostró gran nivel de ansiedad para promover la interpretación de los hallazgos del estudio. Más tarde, en agosto de 1998, el Sunday Telegraph reportó que la investigación demostró que los niveles reales en vida de los fumadores pasivos probablemente no fueran causa de enfermedades fatales. Los estudios pilotos parecieron ser fuentes de datos no confiables sobre la exposición de los fumadores pasivos en el Programa Nacional de Toxicología de los Estados Unidos. Los resultados acerca de la concentración de cotinina (un metabolito de la nicotina) estaban muy por debaj último grupo, además, realizó investigaciones en las mismas ciudades incluidas en el estudio IARC así como en Asia y América Latina. A pesar del desagrado de la compañía Hazleton, PM mostró gran nivel de ansiedad para promover la interpretación de los hallazgos del estudio. Más tarde, en agosto de 1998, el Sunday Telegraph reportó que la investigación demostró que los niveles reales en vida de los fumadores pasivos probablemente o de los esperados en función de los niveles referidos de nicotina en el aire.

El segundo tipo de estudio analizó una población no fumadora en relación con factores de confusión distintos del hecho de ser fumador de segunda mano, como posibles riesgos de cáncer.

Estrategia de las comunicaciones La PM planeó una variedad de programas para liberar y reforzar la perspectiva de la industria sobre el EFP. El plan se describió como Plan de Acción, en 1993.

La industria implementó estos programas antes de la liberación del estudio IARC. Además de los programas internamente realizados, la PM expandió su área de influencia y la discusión sobre el hecho en cuestión enmascarando el papel de la industria como la iniciadora o auspiciante de los programas. Este "sonido de la ciencia" influyó marcadamente en la toma de decisiones políticas. Si bien PM deseaba una organización similar en Europa, los miembros de este continente generaron el Forum Europeo sobre Ciencia y Medioambiente (ESEF), en 1996. Su representante, Lorraine Mooney publicó una opinión en el Wall Street Journal Europe que se refería al IARC como trivial y no consistente.

Además, los riesgos atribuibles al EFP parecían sobreestimados.
Continuando con la línea del "sonido de la ciencia", la PM influyó en la generación de las Buenas Prácticas en Epidemiología (GEP), que tendrían como objetivo estandarizar la investigación epidemiológica. Sin embargo, el proceder no conformó por completo al espíritu de PM.

Se requerían, en forma urgente, GEP para desafiar la metodología del estudio IARC y la revisión de la monografía.

Discusión El esfuerzo masivo de la industria del tabaco contra un estudio científico es llamativo. Si bien se estima que, a lo largo de 10 años, el IARC tuvo un costo de 1.5 a 3 millones de dólares, la PM invirtió por lo menos dos millones en los "planes de un sólo año del IARC" (1994) y propuso 4 millones de dólares para estudios destinados a desacreditar el trabajo del IARC. Los planes fueron diseñados por la más alta cúpula de PM, implementados por un grupo especializado y destinados a coordinar la industria internacional del tabaco. El plan fue instituido para influir en la toma de decisiones científicas y para actuar sobre la percepción pública del EFP, más a favor de la industria. La industria impuso una interpretación unilateral de los intervalos de confianza, en relación con el establecimiento de riesgo relativo, ignorando los límites superiores de tales intervalos.

De esta forma, el aumento del riesgo detectado no alcanzaba nivel de significación estadística con lo cual se especuló en que el estudio IARC no había detectado ningún incremento en el riesgo.

Al contrario de los temores de la industria del tabaco, el IARC aún no preparó una monografía definitiva sobre los efectos del EFP sobre la salud. La atención pública focalizó en cáncer de pulmón, pero también es importante recordar que la enfermedad cardíaca es causa mayor de muerte entre fumadores pasivos.

Además, el efecto del EFP oscila desde asma en niños a síndrome de muerte súbita infantil. Evidencia reciente también involucra al EFP en mayor riesgo de desarrollo de cáncer de mama. La fuerte intención de la industria del tabaco de frenar la publicación de la monografía tal vez sea el argumento de mayor fuerza para llevar adelante el proyecto, no sólo en relación con el riesgo de enfermedad pulmonar sino también en conexión con todas las demás posibilidades comentadas a causa del EFP, finalizan los expertos.

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