Los últimos 50 años han sido testigos de un cambio dramático en las actitudes hacia el uso del tabaco que se tradujo en la disminución en la incidencia del cáncer de pulmón.
La mayoría de las escuelas de salud Pública creen que este cambio ha sido motorizado por las políticas de intervención para reducir el consumo de tabaco.
La revisión de la literatura muestra que las principales acciones para lograr este fin fueron: el aumento de los impuestos para el consumo de cigarrillos, políticas de espacios libres de humo, carteles de propaganda comprometida con este fin y campañas de contra marketing a la venta de productos de tabaco.
Las nuevas terapias para combatir la dependencia a la nicotina han permitido enfocar otro oportunidad de aproximación a la problemática mencionada.
Desafortunadamente, la realidad económica del negocio del tabaco ha bloqueado los esfuerzos del gobierno en disminuir el uso de los productos tabáquicos.
Mientras que el deseo de controlar y reglamentar el consumo del tabaco por parte del gobiernos es una meta honesta y valiosa, el capitalismo intenta, con su gran potencial, alterar el amplio marco regulatorio que intenta disminuir la epidemia global del tabaco.
Es deseable que la salud pública de las comunidades debilite el poder de este capitalismo, a fin de generar los cambios desde el cigarrillo hacia otros productos menos tóxicos.
Oncogene 2002 oct 21; 21(48): 7349-7364