PREVENCION
- Promoción del abandono del tabaco entre pacientes cardiacos.
Una intervención desarrollada en una sola sesión no produjo resultados positivos.
Londres, Reino Unido
Una intervención breve, desarrollada en una sola charla del paciente con una enfermera, no resultó eficaz para reducir el consumo de tabaco entre enfermos cardíacos.
[British Medical Journal 324:87-89, Ene 2002 - SIIC]
Los investigadores de la Queen Mary's School of Medicine and Dentistry desarrollaron y probaron una intervención dirigida a promover el abandono del tabaco entre pacientes internados por infarto de miocardio o sometidos a cirugía de derivación aortocoronaria. Las sesiones, breves y brindadas por las enfermeras, no resultaron más eficaces que las recomendaciones habituales.
Los autores explican que el abandono del consumo de tabaco después de un infarto de miocardio se asocia con una reducción significativa de la mortalidad y la morbilidad.
Los pacientes, en estos casos, suelen recibir la recomendación médica de dejar de fumar, pero no otro tipo de intervención. Proponen, entonces, que podría mejorarse este asesoramiento, y que podría ser brindado por el personal de enfermería, sin representar una sobrecarga de trabajo.
El programa desarrollado se probó en 17 hospitales ingleses. Los pacientes internados por infarto agudo de miocardio o por cirugía de derivación aortocoronaria, fumadores, sin alteraciones cognitivas, menores de 76 años y motivados para dejar de fumar, fueron asignados al azar al grupo estudiado o al control.
Los individuos del grupo control recibieron una recomendación verbal de permanecer abstinentes, y un folleto publicado por la British Heart Foundation sobre los beneficios de hacerlo. El grupo en estudio fue sometido además a una lectura de las concentraciones de CO2, para demostrar los beneficios del abandono del cigarrillo; recibió material informativo impreso, cuyo contenido fue discutido posteriormente con la enfermera; el ofrecimiento de ser puesto en contacto con otro paciente en la misma situación, a fin de brindarse ayuda mutua; y una declaración del compromiso de dejar de fumar, que fue firmada por cada uno de ellos.
Durante las seis semanas posteriores al alta, en cada consulta médica, se realizó un seguimiento de los pacientes; y doce meses después se evaluó el consumo de tabaco mediante la determinación de la concentración de cotinina en saliva.
En total participaron más de 500 pacientes. Luego de 12 meses, no se observaron diferencias en el porcentaje de fumadores entre ambos grupos.
En el grupo que participó de la intervención, solamente el 7% había aceptado la oferta de conocer a otro paciente en la misma situación. Solamente en 12 casos (4%) esta iniciativa se llevó a cabo. El único factor que se asoció con la abstinencia a los 12 meses fue el haber firmado la declaración de compromiso: el 43% de quienes la habían firmado continuaba sin fumar, al igual que el 22% de quienes no lo habían hecho.
Los autores concluyen que este tipo de intervención, desarrollada en una sola sesión, no es eficaz para reducir el consumo de tabaco entre los pacientes cardíacos.
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