Afortunadamente, la ciencia avanza y con ésta los métodos y tratamientos para conseguir una mejor calidad de vida y proteger la salud. Hoy en día, existe gran cantidad de métodos para abandonar el cigarrillo, que resultan muy efectivos.
La clave está en encontrar el que mejor se adapte a su persona y necesidades.
El acto de fumar está relacionado con la ansiedad. Por ello, todos los métodos que ayuden a disminuirla pueden ser muy efectivos a la hora de dejar este hábito tan nocivo para la salud.
Los tratamientos que ayudan a dejar el cigarrillo son los siguientes:
Tratamientos farmacológicos:
En 1984, la Administración de Drogas y Alimentos (FDA) aprobó el primer agente farmacológico, la goma de mascar con nicotina (GMN). Hacia 1992 se agregó el parche transdérmico de nicotina (PTN) y, en 1996, se incorporó el aerosol nasal (AN). Un año más tarde se introdujo el hidrocloruro de bupropion (HB) y, en 1998, el inhalador de nicotina.
El tratamiento de reemplazo con nicotina es una de las estrategias más útiles para dejar de fumar. Durante el tratamiento, los pacientes modifican sus hábitos de comportamiento sin sufrir los síntomas de abstinencia. En general, señalan los expertos, las indicaciones y contraindicaciones son similares para todas las opciones terapéuticas. Aunque en el prospecto se pone especial atención en el cuidado que deben tener los enfermos con patología cardiovascular, la posibilidad de daño no es mayor que la que origina el cigarrillo en sí. Los productos aprobados por la FDA son la GMN, el PTN, el AN y el inhalador de nicotina
Tratamientos no farmacológicos:
No hay ninguna evidencia científica que avalen beneficios. |